Al hablar de toxina botulínica, mejor conocido como botox, la mayoría inmediatamente va a relacionarlo con los tratamientos estéticos faciales para reducir las temidas arrugas y líneas de expresión. Pero, la realidad, es que puede tener otros usos, algunos incluso en la rama odontológica. En los últimos años se ha venido utilizando el botox para el bruxismo para relajar los músculos y de esta manera evitar ese molesto apretamiento de los dientes que conlleva desgaste y causa muchos efectos en el paciente, donde la cefalea se encuentra en primer lugar.
Botox para el bruxismo ¿Solución o mito?
El botox ha sido implementado en otras áreas médicas y estéticas, como por ejemplo aliviar la sudoración excesiva, contracciones musculares, estrabismo, y, por supuesto, muchos tratamientos faciales. Ahora se plantea como un prometedor rehabilitador oral que sin duda va a dar mucho de qué hablar.
También conocido como rechinamiento de los dientes mientras la persona duerme, el bruxismo es una condición que trae consigo múltiples molestias o efectos secundarios. El dolor facial es el primero de la lista, seguido por el desgaste en exceso de los dientes y el aumento de la tensión de los músculos que intervienen en el proceso de la masticación, migrañas, entre otros.
El tratamiento tradicional se basa en el uso de férulas para dormir que permitan proteger los dientes, así como medicamentos antiinflamatorios para los músculos y en otros casos, la sedación.
Aunque, es necesario decir que hasta ahora no se ha demostrado la efectividad de ninguna de estas, ya que no atacan directamente la raíz del problema, que en estos casos está referida a una actividad muscular en exceso, así como la contracción de estos. Es entonces, donde la toxina botulínica se perfila como un aliciente maravilloso.
Método de acción con el botox para el bruxismo
La inyección se aplica directamente sobre las terminaciones nerviosas que hacen parte de los llamados músculos lisos de la mandíbula. De este modo, pierden su capacidad de movimiento, pero, la sensibilidad no se ve afectada, produciendo lo que se conoce como parálisis neuromuscular de tipo selectiva, que en este caso es inducida por el especialista.
Es necesario destacar que este tipo de inyección no afecta la capacidad de masticar del paciente.
Por otra parte, estas inyecciones también intervendrían directamente en la mejoría de los síntomas asociados al bruxismo, tales como los dolores de cabeza.
Procedimiento
Una vez que el especialista aplica las inyecciones en el consultorio, el efecto empezará a notarse después de 72 horas, alcanzando su tope de efectividad a la semana de haberlo recibido.
Más opciones
Sin lugar a dudas, este es un tratamiento que viene a revolucionar el sector odontológico, pues el bruxismo es una condición que afecta a miles de personas que ven como su salud dental se ve comprometida, sin dejar de lado el daño que causa desde el punto de vista con el desgaste de las piezas dentales.
Además, los dolores de cabeza en estos casos son constantes y siempre fuertes, limitando en gran parte muchas de las actividades diarias de quienes lo padecen.