Para algunas personas puede ser incómodo e inconveniente vivir con el abdomen flojo. En este sentido, la abdominoplastia puede ser un procedimiento adecuado tanto para hombres como para mujeres.
De hecho, el vientre puede hundirse, como consecuencia de haber cogido peso y la acumulación de grasa. Esto también puede ocurrir durante la pérdida de peso rápida, así como la flacidez.
Un abdomen protuberante o caído puede volverse algo vergonzoso y provocar una caída de la autoestima. También una limitación de las opciones de actividades o vestimenta, así como molestias físicas causadas por irritaciones.
Cuando la combinación de ejercicio físico y una dieta saludable no dan los resultados esperados, puede considerarse la abdominoplastia.
Aquí te explicamos todo lo relacionado con este procedimiento quirúrgico, qué es, para qué sirve y cuáles son los potenciales riesgos de realizarse una abdominoplastia.
¿Cómo se realiza esta intervención?
Al igual que todos los procedimientos quirúrgicos, lo primero que se hace es una evaluación previa del paciente. Se realiza a través de una entrevista con el médico especialista y la realización de diversos estudios. El objetivo es conocer su condición de salud y antecedentes médicos.
Una vez que se verifique que esté todo en orden y el paciente sea un candidato apto para la cirugía, se procede a la preparación previa.
En el caso de personas fumadoras, deben dejar de hacerlo al menos tres semanas antes del procedimiento y hasta un mes después. Fumar aumenta las complicaciones operatorias relacionadas con la anestesia general.
Ningún medicamento que contenga aspirina debe consumirse dentro de los 10 días anteriores al procedimiento. También se puede requerir la interrupción de ciertos tratamientos específicos. Todo esto debe discutirse previamente con el médico.
Por último, la operación se realiza bajo anestesia general. También se puede realizar bajo anestesia local en ciertos casos, de acuerdo con el médico.
El cirujano plástico realiza un trazado preoperatorio en el paciente la mañana de la cirugía. Después, procede a la escisión del exceso de piel abdominal. Consiste en hacer un corte en el área situada a la altura del pubis para continuar por los costados, según la cantidad de piel a ser eliminada.
Después, se retira el exceso de piel y se realiza una liposucción de ser necesario. En la mayoría de los casos, se colocan drenajes para evacuar los líquidos postoperatorios. Al final de la intervención se coloca una faja abdominal.
El tamaño de la cicatriz que queda va a depender del exceso de piel: cuanto mayor sea la cantidad, más larga será la cicatriz. El área umbilical se mantiene preservado.
Tipos de abdominoplastia
Hay dos tipos de intervenciones: Abdominoplastia comleta y miniabdominoplastia.
Una abdominoplastia completa suele realizarse para tratar toda la zona del abdomen, por encima y por debajo del ombligo.
Este procedimiento se realiza bajo anestesia general. Durante esta operación, el cirujano elimina el exceso de piel y grasa de toda el área debajo del ombligo. Después, retira la piel de la parte superior del abdomen para volver a ponerla en tensión y sutura la parte inferior de tal manera que la cicatriz quede oculta por la ropa interior.
Usando suturas, el médico aprieta los músculos y el tejido conectivo de la pared abdominal.
El procedimiento puede durar de 1,5 a 2,5 horas, según los diferentes casos. Se puede proponer la liposucción para optimizar el resultado final, en especial en los flancos.
Por otra parte, una miniabdominoplastia consiste en extirpar una tira de piel muy estrecha al nivel suprapúbico, aproximadamente a la altura de una cicatriz de cesárea. Tensa la piel sobre todo en la parte inferior del vientre. Esta técnica se ofrece a pacientes que tienen un exceso solo localizado en la parte debajo del ombligo.
El procedimiento puede durar entre 1 y 1,5 horas, según el caso. Como involucra una incisión más corta, los pacientes se recuperan un poco más rápido que en una cirugía completa.
Riesgos del procedimiento
Si bien en la gran mayoría de los casos las operaciones se realizan sin ningún problema, en algunas ocasiones pueden presentarse ciertos inconvenientes, tales como:
- Complicaciones tempranas: Sangrado o hematoma. A veces, una lesión en el ombligo que requiere reintervención.
- Complicaciones tardías: infección, cicatrización retardada, cicatrices hipertróficas (sobreelevadas), resultados estéticos insatisfactorios, asimetría o disminución de la sensibilidad en una zona del vientre.