La rinoplastia es una de las intervenciones de cirugía estética más demandada, en algunos casos por mera estética y en otros, por motivos de salud. Sin embargo, todavía hay personas que tienen miedo a estos tratamientos, sobre todo por el proceso de recuperación que estos implican. La rinoplastia ha mejorado mucho, sobre todo después de desarrollarse la rinoplastia ultrasónica, ya que se consiguen unos mejores resultados y, además, se acorta el tiempo de recuperación.
En este artículo, vamos a hablarte del postoperatorio de la rinoplastia para que pierdas el miedo y veas que lo que te espera después de una rinoplastia, es únicamente disfrutar de un estado mejor.
La férula nasal
Uno de los aspectos más característicos de este proceso de recuperación, es la incorporación de una férula nasal. Esta férula, habitualmente se suele llevar al menos durante una semana y está diseñada para proteger la nariz de cualquier contratiempo. Se trata de un proceso bastante indoloro y lo único que tenemos que tener en cuenta es que puede que tengamos que llevar unos tapones, que, a pesar de no ser dolorosos, acostumbrarse a ellos si que puede ser algo molesto. Sin embargo, el tiempo que tenemos que llevar los mismos, es tan solo de unos dos días, por lo que no hace falta llevarlos toda la semana.
Muchos menos hematomas
Otro de las consecuencias más habituales del proceso de recuperación tras una rinoplastia, era la aparición de hematomas alrededor de los ojos que aparecían cuando se retiraba la férula en cuestión.
Afortunadamente, la aparición de estos hematomas es mucho menor con el método ultrasónico y realmente, no llegan a aparecer o duran mucho menos, motivo por el cual, cuando nos hemos quitado la férula, ya han desaparecido.
De la misma forma que existe una menor posibilidad de padecer dichos hematomas, al tratarse de una intervención menos invasiva, la hinchazón que se puede experimentar también es menor y, además, en el caso de que lo hubiera, desaparece con una mayor rapidez.
Por otro lado, una vez transcurridos los siete días, se retira la férula y ya se puede realizar vida normal, sin grandes esfuerzos. Únicamente tenemos que tener cuidado de no practicar alguna actividad que pueda resultarnos lesiva, como por ejemplo algún deporte de contacto, puesto que la recuperación total en este sentido sería a partir de la cuarta semana.
Pese a que la rinoplastia ultrasónica nos permite tener menos hematomas y menos hinchazones, el proceso de recuperación de nuestra nariz será parecido al del método tradicional, tardando unos pocos meses en alcanzar la forma definitiva final. Sin embargo, uno de los aspectos importantes que tiene, es que los pacientes pueden realizarse de nuevo el tratamiento si no se encuentran satisfechos con el resultado obtenido.
En definitiva, un proceso de recuperación mucho más liviano, que será del agrado de todas aquellas personas que tengan miedo a la intervención puesto que en algunos casos, los síntomas, directamente, ni se notan. Bastará con andarse con un poco de cuidado después de la intervención y podremos disfrutar de nuestro día a día con normalidad.