– Los rellenos no permanentes como el ácido hialurónico y similares tienen una vida relativamente corta y un costo considerable, sobre todo cuando se necesitan volúmenes mayores, como el caso de regenerar la piel y el volumen de un rostro, al menos 15 mililitros. Por otra parte, los adipocitos, las células grasas, pueden sobrevivir, pero cuentan con la gran ayuda de células madres presentes en la grasa, que contribuyen a la supervivencia del injerto.
– El único costo es el tiempo requerido para la obtención y ser utilizado en un centro con un quirófano habilitado para intervenciones ambulatorias, como es el de la Clínica Navarro Viana.
– En comparación con los implantes utilizados, por ejemplo, para el relleno de la mejilla, la grasa es mucho más precisa, y puede ser perfectamente adaptada a las áreas deficientes del paciente.
– La grasa autóloga es «no antigénica», es decir, que no produce reacciones adversas. La que sobrevive ofrece una solución a largo plazo para la corrección del contorno y tiene el valor añadido de regenerar la piel desde la dermis profunda aumentando los fibroblastos, auténticos productores de colágeno y elastina.
INCONVENIENTES
– No toda la grasa injertada sobrevive, y ello depende de la metabolización individual de cada persona. Pueden ser necesarios varios procedimientos para la corrección y regeneración adecuada y la satisfacción del paciente, pero aproximadamente la media suele ser de una vez por año los primeros tres años, en personas que metabolizan rápido.
– En los pacientes jóvenes y activos, y también en los delgados/as que hacen mucho deporte puede haber poca grasa disponible para la recolección.
– La grasa injertada podría cambiar el volumen con el cambio de peso.
En este segundo post de introducción a la Lipo Bio Regeneración, queremos concluir que, aunque como todo pueda tener algunas desventajas, éste es, actualmente, nuestro tratamiento de elección a la hora de abordar el rejuvenecimiento del rostro sin cirugía, por sus excelentes y naturales resultados.