Existen pieles sensibles que en muchos casos tienden a presentar enrojecimientos, mientras que en otros casos, los pequeños vasos sanguíneos se hacen visibles en el rostro de la persona, pero esto podría ser en forma temporal. Sin embargo, es posible que pueda ir empeorando al pasar el tiempo, y si esto sucede, entonces estos pueden llegar incluso a volverse permanentes.
Causas de las rojeces en la cara
Las rojeces en el rostro son ocasionadas por una anomalía en lo que viene a ser el sistema venoso, el cual no tiende a funcionar como es debido. Es importante que sepas que estos en la mayoría de los casos son temporales, pero unas veces duran más y otras menos. Existen factores que pueden agravar la situación, una de ellas son las variaciones de temperatura, también el consumo de alimentos calientes y con alto grado de picantes e incluso la ingesta de bebidas alcohólicas.
Los responsables del fenómeno de las rojeces son la rosácea y la cuperosis, sin embargo, estas tienden a no ser las únicas causas. Lo más recomendable, cuando esto sucede, es acudir al dermatólogo, quien es el especialista en el área y quien puede hacer las recomendaciones precisas dependiendo del caso.
Síntomas de la Cuperosis y de la Rosácea
La cuperosis viene a ser las dilataciones de vasos superficiales de la piel. Tiende a parecer una especie de telaraña de líneas rojizas que se visualizan en el rostro. Esto varía dependiendo de la persona. Aparecen en las alas nasales, en los pómulos y las mejillas. Su aparición es lenta y progresiva. Esta es una forma de rosácea. Generalmente las condiciones ambientales son determinantes en su aparición y aparecen aún más en las pieles claras.
Entretanto la rosácea son enrojecimientos que aparecen en forma intermitente. Son causadas por factores genéticos, también por factores ambientales externos, un pequeño parásito presente en la piel, o por una anomalía en lo que es el funcionamiento de las venas faciales. Generalmente, a pesar de que los síntomas pueden aparecer a los 30 años, sus manifestaciones comienzan a partir de los 50 años.
Estos síntomas aparecen en tu piel al pasar el tiempo, por lo que lo más recomendable es acudir a especialistas para que traten el problema y puedas tener un rostro radiante y saludable.